26 diciembre 2006

Presuntos corruptos y Demócratas convencidos

El presunto corrupto habla de:

  • Dictadura de los jueces.
  • Manipulación de los jueces por intereses políticos.
  • La Presunción de Inocencia asimilándola a la exigencia de un apagón informativo o al derecho a no dar explicaciones a la ciudadanía
  • Conspiraciones orquestadas por sus enemigos y jaleadas por medios de comunicación afines.
  • Ataque premeditado contra la dignidad de la institución a la que representa.
  • Responsabilidad penal como condición para exigir responsabilidades políticas.

El demócrata convencido habla de:

  • Imperio de la Ley.
  • Independencia judicial.
  • La presunción de inocencia como un derecho constitucional aplicable al ámbito penal y que no contradice la transparencia informativa, y no impide que se den explicaciones a los ciudadanos.
  • Actuaciones de los jueces, hechos y evidencias judiciales, pruebas y testigos.
  • Responsabilidad exclusiva de los imputados no trasladable a las instituciones que representan.
  • Asumir responsabilidades políticas por comportamientos poco éticos y que no constituyen necesariamente delitos. No deja en manos de los jueces la decisión de exigir responsabilidades políticas.

22 diciembre 2006

Sobre la presunción de inocencia.

Ante la reiterada apelación a la presunción de inocencia de los políticos acusados de corrupción, conviene precisar en qué consiste este principio del derecho recogido en nuestra constitución.
Este artículo escrito por un juez es muy esclarecedor.

19 diciembre 2006

Habemus querella


"La fiscal María Farnés ha formulado una querella, con solicitud del secreto de las actuaciones, contra el alcalde de Santa Cruz de Tenerife, Miguel Zerolo Aguilar, el entonces concejal de Urbanismo del Consistorio, Manuel Parejo Alfonso, el interventor general Antonio Messía de Yraola, el secretario delegado de la Gerencia Municipal de Urbanismo, Juan Reyes Delgado, el interventor delegado José Luis Roca Gironés, el ex concejal y portavoz municipal del PSOE, Emilio José Fresco Rodríguez, el ex alcalde y en aquel momento portavoz municipal del PP, José Emilio García Gómez, el ex secretario general del Ayuntamiento, José Eugenio de Zárate Peraza de Ayala y el gerente de Urbanismo en 2001, José Tomás Martín González por el delito de prevaricación.
Además, por el delito de malversación de caudales públicos se incluye en la querella presentada este martes por la Fiscalía ante el Tribunal Superior de Justicia de Canarias a Miguel Zerolo Aguiar, Manuel Parejo Alfonso, Emilio José Fresco Rodríguez, José Emilio García Gómez, y los empresarios propietarios de Inversiones Las Teresitas, SL, Antonio Ramón Plasencia Santos e Ignacio Manuel Cándido González Martín".

Fuente: Canarias Ahora

12 diciembre 2006

Cortinas de Humo

Algo no funciona en este mundo cuando es necesario malgastar tantas energías en constatar lo evidente. Pero no nos queda más remedio que hacer el esfuerzo, si no queremos que las cortinas de humo nos nublen la visión y las disparatadas ocurrencias de algunos se nos presenten como verdades irrefutables.


Son hechos constatables que un juez ha dictado un auto en el que afirma que advierte indicios de cohecho en la actuación de determinadas autoridades, con base en unos documentos relacionados con el caso Fórum Filatélico. No se trata de una broma de mal gusto de Garzón. Los documentos existen (¿alguién puede negarlo?) y considera el juez que fundamentan suficientemente la posibilidad de que se haya cometido algún delito.
A partir de esta realidad incuestionable, los presuntos investigados, han montado un espectáculo político y mediático que trata de evitar el debate sobre los hechos para generar un falso debate sobre realidades inventadas.
  • Les gustaría que el juez fuese un prevaricador. No es más que un deseo que convierten, no obstante, en acusación. Y aunque reclaman un extremado respeto a la presunción de inocencia para sí mismos no se andan con rodeos a la hora de atribuir al juez un delito de tal gravedad. Denuncian juicios paralelos pero no dudan en montarle los juicios paralelos que haga falta, al fiscal general de estado, al juez Garzón y al Ministro de Justicia.
  • Les gustaría que los incriminados fueran todos los ciudadanos de Santa Cruz, y extienden la presunta implicación de su alcalde al pueblo santacrucero. Pero las sospechas recaen únicamente sobre los sujetos a los que aluden los citados documentos. Lo que normalmente desean los ciudadanos, sean de Santa Cruz o de Singapore, es que se haga justicia y si alguien ha cometido un delito, que pague por ello. Utilizar como escudo a los ciudadanos, no es precisamente un acto de valentía y refleja cierta incapacidad para asumir con serenidad la responsabilidad de los propios actos.
  • Les gustaría que todo fuese fruto de una conspiración urdida por los canariones e instigada por el Ministro de justicia para hacerse con el control de Santa Cruz. Una apelación a los jugos gástricos del personal, sin más fundamento que el esforzado voluntarismo de los afectados y su coro mediático. Ya sabemos que azuzar el pleito insular ha dado hasta ahora buenos resultados.
  • Les gustaría ser acusadores y no acusados y de esta manera, convertirse, en un alarde circense, en fiscales de la fiscalía. El trabajo de los fiscales consiste en perseguir activamente los delitos y velar por el estado de derecho, y la obligación de los poderes públicos es facilitarles el trabajo. Cuestionar su independencia y poner en tela de juicio el funcionamiento democrático de las instituciones no parece ir en esta línea. Y desde luego, no es la actitud que cabría exigir a quienes ostentan cargos públicos.
  • Les gustaría aparecer como víctimas frente a la opinión pública. Pero ya sabemos que las víctimas de los delitos, en caso de que se demostrase que los ha habido, no son, precisamente, los condenados por haberlos cometido. El delito de cohecho beneficia a los sobornados y a los sobornadores y perjudica el interés público, es decir, el interés de la mayoría.
  • Les gustaría parecer ciudadanos indefensos cuyos derechos fundamentales han sido vulnerados por un uso abusivo del poder y presentarse como víctimas de un injusto linchamiento en los medios de comunicación. Sin embargo, no pueden fundamentar jurídicamente su presunta indefensión. Los medios de defensa se activan a nivel jurídico cuando se plantea la querella. A nadie se le ha imputado ningún delito. Por otra parte, parece razonable que las investigaciones se prolonguen el tiempo que haga falta, sobre todo si el objeto de investigación es complejo. No comprendo las quejas de los presuntos investigados. Al contrario, debieran reclamar luz y taquígrafos si es que efectivamente nada tienen que ocultar. ¿Acoso mediático? Cuando les conviene, utilizan de altavoz de sus quejas y lamentos, a numerosos medios de comunicación, siempre dispuestos a hacerse eco de cualquier rueda de prensa o comunicado que les venga en gana emitir. Exactamente igual que cualquier ciudadano objeto de una investigación judicial. Pobrecitos.
  • Les gustaría que dimitiera el Ministro de Justicia aunque este no aparezca en el auto de Garzón. Evidente cinismo para exigir a otros la conducta que les correspondería adoptar a ellos.
  • Les gustaría que la mayoría de los ciudadanos permaneciésemos desinformados y no conociésemos los hechos en los que se basan las actuaciones judiciales. Pero la ciudadanía está hastiada y se plantea un cambio. Y para llevarla al huerto ya no sirven ni el populismo bananero, ni las forzadas demostraciones de rancio tinerfeñismo.

Habrá que permanecer atentos para no olvidar el fondo de este asunto aunque se empeñen en levantar esperpénticas cortinas de humo.

09 diciembre 2006

Cuatro Patas

Primera Pata: los especuladores

Especular: "Procurar provecho o ganancia fuera del tráfico mercantil" (Diccionario de la real Academia Española-DRAE).
Es una definición que se ajusta perfectamente a ese reducido grupo de empresarios que han sido los principales beneficiarios de los favores gubernamentales. Su fortuna se ha incrementado espectacularmente en los últimos años, pero no gracias a una gestión empresarial eficaz, sino a una relación especialísima con el poder político que les ha dado todo tipo de facilidades.
Sus ganancias no se han cimentado en la venta de productos y servicios de calidad, en leal competencia con otros empresarios, sino básicamente en grandes pelotazos urbanísticos o inmobiliarios realizados con la cobertura y la complicidad del poder político.
Hacen negocios, no dirigen empresas.
Para esto no hace falta ser competitivo, ni diversificar la oferta de productos y servicios. No son necesarias inversiones en tecnología ni en formación. Si acaso, una ayuda generosa de los poderes públicos en forma de subvenciones y un régimen económico y fiscal que les permita reducir sus costes sin necesidad de acometer ningún proceso de modernización.
En fin, que las enomes plusvalías que genera el suelo, y que pertenecen a todos (razón por la que corresponde a los poderes públicos la ordenación el territorio con el fin de servir al interés general), se las llevan unos pocos espabilados. La mayoría obtiene a cambio, una compensación mínima en forma de trabajo precario y los salarios más bajos del estado español.

Segunda pata: los manipuladores.

Manipular: Intervenir con medios hábiles y, a veces, arteros, en la política, en el mercado, en la información, etc., con distorsión de la verdad o la justicia, y al servicio de intereses particulares (DRAE).
El papel reservado a nuestros políticos. Son verdaderos expertos en presentar como principales problemas de la sociedad lo que no son sino las prioridades de los intereses particulares a los que sirven. Se multiplican así, las infraestructuras y las inversiones de dudosa utilidad, mientras la educación y la sanidad se gestionan con palpable ineficacia.
Especialistas en generar cortinas de humo que distraigan a los ciudadanos de los verdaderos problemas que les afectan.

Tercera pata: los propagandistas.

Propagandista: Que hace propaganda, especialmente en materia política (DRAE).
Propaganda: Acción o efecto de dar a conocer algo con el fin de atraer adeptos o compradores./Textos, trabajos y medios empleados para este fin. (DRAE).
Los medios de comunicación más importantes son controlados por el poder político o empresarial. Dependen de las generosas aportaciones de algunas empresas o de la publicidad institucional de las administraciones públicas.
Se movilizan con descarada parcialidad en cuanto son atacados o amenazados los intereses de quienes les pagan.
Al calor de intereses político-empresariales, unos cuantos medios de comunicación y algunos friquiperiodistas llenan abundantemente sus arcas, al punto de que únicamente "este fin justifica algunos medios".

Cuarta parte: los consentidores.

Consentidor: Que consiente que se haga algo, debiendo y pudiendo estorbarlo. (DRAE).
La ciudadanía desmovilizada y pasota.
Suele decirse que los pueblos tienen los gobernantes que se merecen. También los empresarios, los periodistas y los profesionales. Estamos rodeados de yesmen.
Suele ocurrir en las sociedades donde la inteligencia se mide por el saldo de la cuenta corriente. "El que no llora no mama y el que no afana es un gil" decía la letra de un tango. Nos viene al pelo.


05 diciembre 2006

¿El principio del Fin? Ojalá


¿Simples Indicios?
Presuntos sobornos millonarios
El Auto del Juez

Uno de los implicados es José Manuel Carlos Llorca Rodríguez, aquí hacemos negocios con Gente 10

03 diciembre 2006

Una alternativa creíble

Uno de los reproches más extendidos sobre la manifestación del pasado 18 de noviembre, fue que se mezclaron demasiadas reivindicaciones. Es posible. Pero en todas las protestas había un sustrato común: la oposición a una forma de hacer política en Canarias; la oposición a un régimen político que ha arrebatado a los canarios su poder de decisión para favorecer a unos pocos especuladores.
Aunque la CoCa ha sido el actor principal de la función, los otros dos grandes partidos han colaborado activamente en la consolidación de este régimen.
Queda poco tiempo para articular una alternativa de gobierno capaz de hacerles frente con garantías de éxito. Pero quedarse en casa o votar en blanco no me parecen buenas soluciones.
Sinceramente, ante la posibilidad de una reedición del pacto CoCa - PP, preferiría un triunfo por mayoría absoluta del PSOE.
Pero para que reciban mi voto tendrían que cambiar muchos de sus planteamientos. En primer lugar, si han escuchado el deseo de cambio de los ciudadanos deberían asegurarles que sea cual sea el resultado de las elecciones no van a pactar, en ningún caso, con la CoCa. En segundo lugar, deberían posicionarse con claridad y sin fisuras respecto a las grandes infraestructuras con incidencia en el territorio que están actualmente proyectadas y, por último, deberían emprender un amplio proceso de renovación y jubilar a muchos "colaboracionistas" del régimen.
Veo difícil que se cumplan estas condiciones así que mi voto no sé donde irá. Pero, en cualquier caso, me cabrea bastante que por falta de coraje y de capacidad de sintonía con la sociedad de los dirigentes del PSOE, acabe en el limbo.

Wishful thinking

Esta expresión inglesa no tiene un equivalente en español. Significa algo así como una predisposición de ánimo a formar opiniones y juicios sobre lo que pasa a nuestro alrededor no con base en los hechos y evidencias sino en lo que nos gustaría que ocurriese; no con base en la realidad sino en los deseos.
Últimamente, el wishful thinking se emplea por muchos periodistas y políticos para enjuiciar la realidad. Desprecian sin más los hechos y solo apelan a ellos cuando pueden serles útiles para apoyar sus argumentaciones.
La guerra de Irak ha sido un ilustrativo y trágico ejemplo de esta forma de actuar. Era preciso que Sadam tuviese armas de destrucción masiva y amparase el terrorismo internacional para apoyar el deseo previo de invasión de Bush y sus ideólogos. Poco importó que los hechos desmintiesen tercamente tales afirmaciones.
Las consparanoias sobre el 11-M son otra patética manifestación de wishful thinking. Se está dispuesto a deslegitimar todo el aparato del estado con tal de cumplir el deseo de tapar la desvergüenza del Partido Popular de los dias siguientes al atentado y, sobre todo, su irresponsable imprevisión frente a la amenaza que suponía el terrorismo islámico.
También algunas opiniones sobre el proceso de negociación con ETA parecen teñidas de wishful thinking. Se afirma con rotundidad que el gobierno se ha rendido a los terroristas, aunque siguen las detenciones de etarras y los abertzales no muestran ninguna sintonía con el gobierno.
Resulta agotador debatir con quienes confunden la realidad con los deseos. Supongo que solo nos queda esperar a que los hechos pongan a cada uno en su sitio pero sin dejar de recordarles a diario, que viven instalados en una realidad inventada.

29 noviembre 2006

Negociación, en mi nombre, SI


La realidad inventada

El eslógan de "Negociación en mi nombre, NO", de las primeras manifestaciones de la AVT contra la política antiterrorista del gobierno, se ha transformado después de seis convocatorias en otro mucho más contundente y definitivo: "Rendición en mi nombre, NO".

Se asume por esta asociación de víctimas, que la negociación está abocada con absoluta certeza a la aceptación de las condiciones que impongan los asesinos de ETA. Tales condiciones serían, la legalización de batasuna, el reconocimiento del derecho de autodeterminación, la anexión de Navarra y la excarcelación de los terroristas. A cambio, el gobierno conseguiría el fin de ETA y un triunfo seguro en las próximas elecciones generales.

En definitiva, una claudicación en toda regla con un objetivo partidista e interesado, contrario, por tanto, al sentir mayoritario de los españoles y un acto de desprecio absoluto a la memoria de las víctimas.
Sin embargo, ninguno de las supuestas condiciones se ha cumplido. Batasuna sigue siendo un partido ilegal. El gobierno ha reiterado por activa y por pasiva que el derecho de autodeterminación es contrario a la constitución, y por tanto, innegociable y que la anexión de Navarra sólo es posible por decision de los navarros tal y como recoge el propio texto constitucional. No se ha producido ni una sola excarcelación por motivos diferentes al estricto cumplimiento de las leyes vigentes. Así que los hechos no parecen apoyar las afirmaciones implícitas en el eslogan de la AVT. Además, resulta impensable que un partido político que actúa en contra del sentir mayoritario de los españoles pueda ganar las elecciones, lo que invalida el supuesto interés electoralista del gobierno.
Son, sin embargo, hechos incontestables que no hay víctimas mortales desde hace más de tres años y que la mayor parte de los vascos y de los españoles apoyan la decisión del gobierno de negociar el fin de la violencia terrorista.
Pero nada importan los hechos. Las estrategia basada en presentar como datos ciertos e irrefutables lo que no son más que conjeturas o hipótesis, funciona. El Partido Popular recibe con júbilo las encuestas de intención de voto que, Zaplana, uno de los representantes más excelsos de esta forma de hacer política, exhibe como principal aval de su gestión. El fin justifica los medios.

Una realidad inventada que se convierte en la baza más eficaz de oposición al gobierno y la clave de una próxima victoria electoral.

El papel de las víctimas

Resulta cuando menos curioso que cuando no hay atentados terroristas sea cuando más manifestaciones se han producido. Obviamente, por tanto, las manifestaciones no son, como lo habían sido hasta ahora, actos de repulsa frente a un atentado, sino una expresión de protesta contra la política antiterrorista del gobierno. Y la cara visible de las protestas son las víctimas, que se convierten así, voluntaria o involuntariamente, en instrumentos de oposición política.

Tienen derecho a manifestarse y tienen derecho a protestar contra el gobierno. El problema es que los argumentos que justifican las protestas se apoyan como he señalado, en conjeturas, no en hechos. Tal vez hagan honor al refranero aplicando aquello de que más vale prevenir que curar, asumiendo como cierto que el resultado del proceso será, sin duda, la aceptación de todos los postulados terroristas. Y si la rendición es un hecho, es obvio que se desprecia su dolor. Se cede frente a los terrorista mientras se ningunea a las víctimas. Pero, insisto, esa cesión es únicamente una conjetura que los hechos, no confirman.

Por otra parte, las víctimas no murieron por defender unas determinadas ideas. Desgraciadamente fueron el blanco inocente de la sinrazón terrorista. Las víctimas se comportaron siempre con absoluta dignidad. Jamás opusieron a las armas, el discurso de la venganza y el enfrentamiento. En Euskadi, no hay dos bandos enfrentados abiertamente. Han sido siempre los mismos quienes mataban y podía ser cualquiera el que moría. El único problema vasco es ETA y la única solución posible, su desaparición. No me parece una postura acertada de la AVT abonar, aunque sea de esta manera probablemente involuntaria, la tesis del conflicto o la guerra latente.

Las bazas negociadoras

Es fundamental el apoyo del Partido Popular para acelerar el fin de ETA, pero lo que de verdad es esencial para acabar con el terrorismo es cerrar cualquier posibilidad de vuelta atrás. El convencimiento compartido por la inmensa mayoría, de que el proceso que se ha iniciado es irreversible sería la principal baza negociadora de los demócratas.

Los ciudadanos, y principalmente los ciudadanos vascos deben asumir mayor protagonismo para afirmar con contundencia su apoyo al proceso negociador. Cualquier atisbo de vuelta a las andadas debería ser inmediatamente respondido con una clamorosa protesta por parte de la ciudadanía. No puede confiarse el éxito del proceso exclusivamente a los políticos.

Es en este aspecto en el que debieran centrarse ahora todos lo esfuerzos: mandar a ETA y a su entorno señales inequívocas de que ya no es posible el regreso a las armas; los ciudadanos no van a tolerarlo.

Los partidos políticos debieran alinearse con este espíritu ciudadano y aparcar temporalmente sus discursos de máximos en tanto no se verifique la condición esencial del cese de la actividad terrorista. En este sentido, los nacionalistas podrían moderar sus urgencias soberanistas y afirmar rotundamente que nada puede discutirse si antes no desaparece ETA y los no nacionalistas, comprometerse a colocar sobre el tapete negociador la posibilidad de que sean los vascos quienes decidan su modelo de convivencia con España si, efectivamente, ETA deja de existir.

El fin de un Régimen.

El fin de ETA significa el fin de un régimen político y de convivencia en el País vasco. Por eso será un proceso difícil y llenos de obstáculos. Los principales beneficiarios del régimen actual emplearán todos los recursos a su alcance para evitar el cambio.

ETA es una banda terrorista, que utiliza, por tanto, métodos terroristas. Sería ingenuo pensar que no van a presionar. Habrá desgraciadamente sobresaltos y altibajos. Permitir que cualquier manifestación de violencia se convierta en un motivo para finalizar las negociaciones, es entrar en el juego de los etarras y amplificar la potencial eficacia de sus métodos. Lo único que permitirá culminar con éxito el proceso, será una voluntad mayoritaria, firme e inquebrantable de llevarlo adelante.

En este sentido, el panorama actual se asemeja al vivido en España durante la Transición. El consenso, al que curiosamente apelan constantemente quienes más se oponen ahora a la negociación con ETA, fue posible gracias a las renuncias y cesiones de unos y otros; merced a un esfuerzo negociador basado en el compromiso de todos los implicados de no renunciar bajo ningún concepto, al objetivo de alcanzar un nuevo régimen de libertades. Hubo trágicos sobresaltos y un funesto golpe de estado estuvo a punto de acabar con nuestra incipiente democracia pero nunca se quebró el firme propósito, compartido por la inmensa mayoría de los españoles, de liquidar el régimen franquista.

Los perseguidos por el franquismo renunciaron también a su legítimo derecho de revancha. Resulta curioso como los más beneficiado por ese perdón se oponen ahora a la Ley de la Memoria Histórica, como si los españoles fueramos aún una panda de inmaduros incapaces de mirar de frente y serenamente a su pasado. El gran éxito de la democracia es precisamente, que ahora cualquier melón puede abrirse sin que renazcan los odios del pasado.

Y estos son lo mismos que reclaman ahora una justicia infinita para las víctimas de ETA, con un espíritu de revancha que, como comenté más arriba, las víctimas nunca exhibieron.

Suárez, el gran conductor de la transición escribió lo siguiente en 1995: "La estrategia de la reforma política implicaba dos tácticas y dos tratamientos distintos: unos para los grupos que pretendían la continuidad del régimen anterior, otro para las fuerzas políticas de la entonces llamada oposición. Ambos caminos debían converger en la aprobación de una Constitución elaborada entre todos para que a todos sirviera. Los primeros tenían que aceptar la dialéctica de la reforma política y ello suponía tres decisiones: amnistía que permitiera la reconciliación de todos los españoles; legalización de todos los partidos políticos y sindicatos, y aceptación de unas elecciones generales libres, único medio para que el pueblo español recobrase su soberanía y expresase su voluntad".

Ciudadanía e Identidad

Ciudadanía

Integra
Pemite Avanzar
Mira al Futuro
Se centra en las Personas
Apela a la Razón
Comparte Valores Universales

Identidad

Excluye
Produce Ensimismamiento
Mira al Pasado
Se centra en los Territorios
Apela a los Sentimientos
Fomenta los Valores de la Tribu

21 noviembre 2006

Teodoro tiene un tesoro


Un tesoro negro y viscoso.
Después de presentarse como promotor de la alianza de civilizaciones, Zapatero recibe a uno de los dictadores más abyectos del planeta.
Tal contradicción se justifica por el llamado pragmatismo de estado, que permite arrinconar la ética para favorecer ciertos intereses económicos supuestamente beneficiosos para el conjunto de la sociedad. Después, un poco de estética para aliviar el mal trago: nos cuentan que se ha forzado un compromiso de Obiang para liberar a los presos políticos o se le impide su visita al Congreso de los Diputados.
Tengo la sensación de que la historia se ha escrito, y se escribe en gran parte, con los renglones torcidos del pragmatismo de estado. Cesiones interesadas a personajes infames que acaban por convertir en papel mojado los derechos humanos fundamentales. Los valores éticos se transforman así, en pricipios estéticos. Puro maquillaje para tapar las verguenzas de nuestra civilización. Un ambientador con olor a esperanza para enmascarar la peste que despide la descomposición de los valores más elementales.
La fetidez del personaje es, no obstante, demasiado alta y la química propagandística no ha evitado que nos tapemos las narices. Aunque el rechazo de la opinión pública a este tipo de visitas sigue siendo más bien escaso. Tal vez porque en el ámbito privado justificaríamos también estas conductas; pasaríamos por alto la catadura moral de nuestro huésped si tuviésemos la oportunidad de cerrar con él algún sustancioso negocio.
Se ha producido, sobre todo, cierto revuelo mediático, más que una reacción airada de la opinión pública. Un revuelo muy matizado, además, porque el lider de la oposición, Mariano Rajoy, ha sucumbido finalmente a la tentación de recibir a Obiang.
En resumen, las incomodidades normales que generarían los paseos de un roedor de aspecto desagradable por los salones alfombrados de nuestras democráticas mansiones.
El concepto de genocidio debiera ampliarse para abarcar también aquellos supuestos en los que se produce el exterminio de la población por motivos económicos. Serían, así, genocidas aquellos gobernantes que acumulan la mayor parte de la riqueza de sus naciones, mientras su pueblo sobrevive en condiciones de absoluta miseria. Y los gobiernos que hiciesen negocios con ellos, serían considerados sus cómplices. La opinión pública se opondría entonces, con mayor firmeza, a este tipo de vergonzantes visitas de estado.
Y por que no extender esta definición de genocidio a las empresas que acumulan la mayor parte de la riqueza mundial. Al fin y al cabo, vivimos en un mundo globalizado, en donde se reconoce la importante influencia de estas corporaciones en las decisiones políticas en el ámbito de las relaciones internacionales. Esta creciente participación en el gobierno del mundo de las grandes empresas, debiera corresponderse con el lógico aumento de su cuota de responsabilidad por el mantenimiento de las injusticias y las desigualdades.

19 noviembre 2006

Ya está bien, Canarias no se vende


Más de 20.000 personas marchan en el centro de Santa Cruz contra el puerto industrial de Granadilla

Ya estamos acostumbrados al baile de cifras pero lo de la policia nacional parece un tanto exagerado. No se puede negar la evidencia.

Sr. Medina, no se debe arriesgar permanentemente la credibilidad de las instituciones que sirven a los ciudadanos, sometiéndolas tan descaradamente a sus intereses políticos. Y mucho menos cuando usted utiliza machaconamente el recurso a los "datos oficiales" como argumento frente a quienes le cuestionan. Pero bueno, la manipulación de las estadísticas es otro debate del que ya hablaremos en otro momento.

Lo de ayer fue una explosión de democracia auténtica. A pesar del hartazgo que sentimos la mayoría, no hubo ni una sola reacción violenta. Solo fiesta y sana alegría. Un optimismo desbordante alentado por el convencimiento de que podemos cambiar la cosas. Allí no había enemigos de Tenerife, ni oro amarillo, ni violentos antisistema, ni falsos ecologistas. Sólo jóvenes, muchos jóvenes, profesores universitarios, abuelos, niños, simplemente ciudadanos contentos de demostrar sus deseos de cambio.
"Hemos venido para denunciar los atropellos a los que está siendo sometido este pueblo por el triunvirato de la fatalidad, el que forman ciertos empresarios corruptores, políticos corrompidos y medios de comunicación serviles y mentirosos... Hoy estamos aquí para decir una vez más nuestra palabra, ignorada, negada por los que ostentan el poder y por sus lacayos. Hoy hemos venido aquí para pronunciarla alta y clara, porque ella constituye nuestra dignidad. ¡Más naturaleza, más salud, más educación! ¡Fuera mafias, fuera corrupción! ¡No al Puerto de Granadilla!".

Las reacciones tras las manifestación , las esperadas. Sólo la Opinión de Tenerife entre los periódicos de mayor tirada, ha destacado la noticia. Para El Día la manifestación no existió. Pierde credibilidad a pasos agigantados. Unos cuantos euros para llenar hoy las arcas no justifican la transformación de un periódico con una larga tradición, en un triste panfleto propagandístico.

Muchos de los manifestantes, han expresado su deseo de que se forme un partido que aglutine a todas las plataformas y asociaciones ciudadanas. No lo tengo claro. No hay posibilidad de éxito sin liderazgo, un mensaje bien estructurado y con propuestas en positivo, una organización cohesionada y un plan de comunicación que unifique y dote de coherencia la imagen del nuevo partido. Hay poco tiempo para un trabajo tan duro. Por otra parte, creo que hay demasiado carga ideológica nacionalista o independentista en algunas asociaciones. Opino que lo que de verdad aglutina a la mayoría de los manifestantes es su condición de ciudadanos descontentos y hartos del "triunvirato de la fatalidad". La burbuja identitaria sólo serviría para apartar el foco de los verdaderos problemas y retrasaría la toma de decisiones. El ejemplo del tripartito catalán es, en este sentido, muy esclarecedor.


En cualquier caso, lo importante es que la ciudadanía ha hablado alto y fuerte. La obligación de los políticos sería tenerla en cuenta.


Amplio Reportaje fotográfico de la manifestación

16 noviembre 2006

Podemos cambiar esto

Atrévete Adán. Sal del clóset. Por razones imperiosas de interés público

11 noviembre 2006

Error técnico

Un lamentable error. Uno más.

El primer ministro israelí reconoce el error pero luego explica que continuarán con las operaciones y más tragedias "pueden ocurrir". También argumenta que a diferencia de los terroristas palestinos ellos no eligen específicamente objetivos civiles. Me repugna tanto cinismo. El error es fruto de una situación que usted, Sr. Olmert, elige voluntariamente. Si decide bombardear uno de los territorios más densamente poblados del planeta, gracias, por cierto, a la presión a la que usted somete al pueblo palestino, cabe esperar que algún proyectil se desvíe de su trayectoria. Es como si alguien conduce voluntariamente en sentido contrario y luego lamenta los accidentes de tráfico que ocasiona. En la guerra no hay errores, sólo muertos.
Un error es por definición un hecho puntual. Cuando se repite sistemáticamente deja de serlo. Se convierte en un acto voluntario. ¿Terrorismo de Estado?.
Para rematar tan triste faena, el Consejo de Seguridad de la ONU no aprueba una resolución de condena a Israel por los ataques en Beit Hanun, merced al veto de Estados Unidos. El embajador americano argumenta que la resolución propuesta no era equilibrada ya que ponía en el mismo plano los ataques de ejército israeli, que son legales, y los lanzamientos de misiles desde Palestina que son un acto terrorista. Claro, los desmanes israelíes son legales porque su país los ampara con sus vetos sistemáticos a las propuestas de resoluciones de condena. Es nada menos que la trigésimoprimera vez en la historia de la ONU, que Estados Unidos veta una resolución relacionada con el conflicto palestino-israelí. Y encima se permiten cuestionar la eficacia de los organismos multilaterales para resolver los conflictos entre naciones.

10 noviembre 2006

Miel, licores, mojo, repostería y vino


No inauguramos sección gastronómica. Simplemente enumero algunos productos sospechosos que acompañarán a partir de ahora las horas de asueto del personal de seguridad de los aeropuertos. Menudo festín.
Una vez aclarado que las ensaimadas rellenas de crema o de cabello de ángel no suponen un riesgo potencial para el pasaje, urge determinar que otros productos, que hasta ahora formaban parte esencial del equipaje del turista, pueden pasar los controles. Si no se hacen las precisiones necesarias, ha llegado el fin del souvenir gastronómico. Bueno, si buscamos el lado positivo, tal vez consigamos reducir nuestro nivel de colesterol, e incluso estimular la imaginación al vernos forzados a buscar algún regalo que sustituya al consabido lote de productos típicos.

Mi amigo Max, nudista militante, me confesó que se estremece de emoción ante la inminencia de una terminal 4 rebosante de cuerpos desnudos portando una bolsita de cierre hermético como único equipaje. Sería el triunfo absoluto del movimiento naturista. Claro, que algunos viajeros no podrán evitar los viejos hábitos. Así que seguirán vistiendo calcetines y sandalias. Otros pasearán ufanos con sus sombreros de cowboy, o luciendo espectaculares pamelas. Los más recatados, se pondrán un largo poncho mexicano hasta las rodillas.
Imagino los culos sudorosos e irritados al abandonar los sillones de skay de la sala de embarque o los respingos involuntarios al sentir el frío tacto de las sillas de plástico de la cafetería.

Es posible que el profundo debate sobre seguridad o libertad acabe derivando en una frívola discusión sobre seguridad o comodidad. Y es que las urgencias de la vida cotidiana acaban casi siempre por desmontar las estrategias del miedo.

Desconozco hasta cuando durará esta absurda paranoia que convierte a cualquier ciudadano en un sospechoso de terrorismo. No sé si es peor la sensación de vulnerabilidad ante el terror o la impotencia por no poder desarrollar con comodidad y normalidad actividades en otro tiempo habituales y cotidianas. O, tal vez, las dos cosas sean exactamente lo mismo.
Gracias a medidas como las que se han puesto en práctica en los aeropuertos, los terroristas saben que ya han ganado. Ya es hora de que despertemos. De nada vale la seguridad si renunciamos, cada vez, a más espacios de libertad.

07 noviembre 2006

Periodismo

Causas y efectos

Hipótesis, conjeturas, divagaciones, hechos y opiniones hábilmente mezclados, manipulación, servilismo, instrumentalización, censura, banalización, difamación, propaganda, intrusismo, crispación, rumor, ...

Remedios

Hechos y opiniones diferenciados, evidencias, honestidad, autocensura, pedagogía, crítica, contestación, reflexión, matización, pluralidad, contraste, profesionalidad, análisis, contextualización, ...

Resultados

Información, formación, sentido crítico, ciudadanía, libertad, ...

Robert Fisk nos cuenta las verdades del barquero


05 noviembre 2006

El trabajo no es una maldición

"El trabajo no es una maldición, ni siquiera un deber incondicional. El deber de los seres humanos consiste en participar en la construcción de las personas, incluída la suya. Para ello, es necesario, por supuesto, preservar la vida y obtener, por tanto, los bienes necesarios para la realización de nuestros metabolismos: nutrición, energía, seguridad. Si no es posible conseguirlo sin trabajo, este trabajo se convierte, efectivamente, en un deber. Pero si tenemos la suerte de de que esos bienes nos sean ofrecidos por la naturaleza o sean producidos en gran parte por máquinas, no veo en nombre de qué se habría de imponer el trabajo a los hombres.
Me parece una perversión haber hecho del trabajo el origen de la hominización. Se ha confundido, más o menos conscientemente, el trabajo-tortura y la actividad liberadora. La generosidad y la entrega son actitudes más ennoblecedoras que el entusiasmo en el trabajo.
En realidad, para los regímenes totalitarios, la glorificación del trabajo ha sido un buen medio para salvaguardar el orden establecido; mientras están trabajando, los ciudadanos no tienen ganas ni posibilidad de plantearse ni plantear al poder las cuestiones fundamentales. Se dice que la ociosidad es la madre de todos los vicios, pero el exceso de trabajo es es el padre de todas las sumisiones.
Esta negación del papel casi religioso del trabajo no es una apología de la pereza. No trabajar no equivale a estar inactivo; es aprovechar un tiempo disponible para intercambiar, encontrar, reflexionar -sólo o en compañía-, leer, escuchar y crear. En este sentido, un enseñante no trabaja nunca, y tampoco un enseñado. En cambio, su actividad puede fatigarlos mucho; ambas cosas no son incompatibles.
La reducción de la cantidad de trabajo que permite producir los bienes necesarios debería ser acogida como uno de los grandes éxitos de de nuestra imaginación creadora. El que esta reducción provoque el paro es signo de un error fundamental en la organización de nuestra sociedad. El verdadero remedio contra el paro consiste en que no haya trabajo para nadie, pero sí un lugar para todos en la sociedad."
Albert Jacquard, "Pequeña Filosofía para no filósofos"

04 noviembre 2006

Corrupción urbanística


No soy un experto en temas urbanísticos y no me considero cualificado para proponer medidas que eviten la corrupción. Lo que me interesa fundamentalmente de este asunto es que ejemplifica a la perfección todo aquello que un ciudadano global pretende combatir:

La falta de transparencia. La legislación urbanística es enormemente compleja. Un conjunto heterogéneo de leyes, reglamentos y ordenanzas municipales que sólo están al alcance de los expertos. Este oscurantismo es aprovechado por algunos políticos y constructores para hacer sus turbios manejos al margen de los intereses públicos. No vendría mal una reforma legal que ayudase a clarificar y simplificar el panorama.

La casi nula participación de los ciudadanos. No se cuenta con los ciudadanos para planificar el suelo y la edificación, a pesar de que son la materia de que están hechas las ciudades. Nadie nos pregunta en que ciudades queremos vivir, en qué nos gustaría que se utilizase el suelo que pertenece a nuestro municipio. Es cierto que determinados planemientos deben someterse a un periodo de información pública, pero los hechos demuestran que no es un mecanimo de participación suficiente. En primer lugar, porque la complejidad ya comentada no contribuye precisamente a formar adecuadamente el criterio de los ciudadanos. En segundo lugar, porque las administraciones se plantean este periodo de información como un engorroso trámite legal que no hay más remedio que cumplimentar. No demuestran, así, excesivo entusiasmo en explicarnos con claridad el alcance y los efectos del planeamiento propuesto. Saben, además, que un número importante de alegaciones retrasaría y complicaría el proceso en exceso, probablemente en contra de los intereses de quienes se frotan ya las manos ante la cercana posibilidad de algún sustancioso negocio. Y, por último, porque el control en la fase de planeamiento no impide modificaciones posteriores al mismo que si que escapan definitivamente al control de los ciudadanos.

El enriquecimiento a corto plazo por encima de todo, con sus efectos colaterales de ausencia de planificación y despilfarro de recursos que compromete el desarrollo de las generaciones futuras. La especulación inmobiliaria arroja elevados márgenes empresariales. Resulta un negocio enormemente atractivo para hacer dinero rápido y fácil. Así que conforme a la lógica capitalista del mercado, es normal que esta actividad atraiga cuantiosos capitales ávidos de obtener altas rentabilidades con un riesgo bajo. Es una apuesta sobre seguro. Los resultados ya los conocemos: ciudades que surgen de la noche a la mañana sin que se hayan planificado previamente las necesidades de energía, agua, equipamientos culturales y sanitarios, transportes públicos, etc.; ciudades que crecen desordenadamente mientras permanecen desocupadadas gran número de viviendas en el centro y los barrios antiguos; destrución de la costa; invasión de espacios protegidos, etc. Todo vale con tal de obtener suculentos beneficios. Surge así, una clase empresarial poco formada, acostumbrada a operar con altos márgenes y nada preocupada por la competitividad y la productividad. Lo que vale es hacer negocios y obtener el máximo beneficio en el menor tiempo posible. No importa la carga que trasladamos a las generaciones futuras. Aparentemente todos ganan con el invento. La construcción explica gran parte del crecimiento económico, con la consiguiente disminución del paro y el aumento del consumo. Nada importa que esto lleve aparejado un elevado endeudamiento de las familias. Nada importa que la construcción sea una actividad intensiva en mano de obra que demanda trabajadores poco cualificados, mientras que los más cualificados no encuentran una ocupación que se ajuste a su perfil profesional. Nada importa que los pingües beneficios obtenidos no se reinviertan en Investigación, Desarrollo e Innovación, sino en más suelo y edificaciones, en una especie de huída hacía delante que nadie se atreve a detener por miedo a que se derrumbe por completo el sistema. Nada importa que se destruya el medio ambiente y se malgasten los escasos recursos energéticos e hidrológicos. Nada importa que se destruya suelo agrícola mientras aumenta la dependencia alimentaria del exterior. Nada importa que no se diversifique la economía y no se invierta en otros sectores. En fin, todos los huevos en la misma cesta. Es una apuesta arriesgada para la sociedad.

El mal funcionamiento de las instituciones democráticas y los partidos políticos. Ante los casos de corrupción que van surgiendo, los políticos reaccionan como casi siempre. Prefieren el debate superficial sobre quienes tiene más corruptos en sus filas a ponerse manos a la obra para resolver el problema de fondo. Para apaciguar a la opinión pública, se exhiben fuegos de artificio ofreciendo pactos o sacrificando, con ruido mediático de fondo, a algún correligionario corrupto. Los partidos que son teóricamente el vehículo de participación de los ciudadanos en los asuntos públicos, nuevamente nos dan la espalda para afanarse en sus disputas de salón con fines electorales. La justicia sigue dando la impresión de llegar siempre tarde, cuando los efectos de la corrupción ya se han extendido demasiado.

Y la corrupción, galopa a sus anchas amenazando con deslegitimar el sistema democrático y creando un peligroso caldo de cultivo para los extremismos de izquierdas o de derechas.

Crisis de valores. Suele decirse que los ciudadanos tienen los políticos que se merecen. La corrupción se hace posible porque miramos para otro lado en muchos casos y hasta los justificamos pensando que nos comportaríamos igual que el corrupto si estuviésemos en su lugar. Nos parece normal que haya cierto nivel de corrupción porque al fin y al cabo somos humanos y está en nuestra naturaleza el aspirar al maximo bienestar posible. De este modo, una especie de sentimiento de culpabilidad colectivo, nos impide ser lo suficientemente duros con los corruptos. Incluso votamos de nuevo a politicos que yan han sido condenados por casos de corrupción. O hasta toleramos que nos roben si ello nos reporta también algún beneficio. Esa fue la actitud de muchos marbellíes que permitieron la corrupción porque de rebote supuso una aparente prosperidad para la zona. Lo cierto es que han acabado endeudados hasta las cejas y el desarrollo futuro del municipio está seriamente comprometido.

En definitiva, más transparencia, participación ciudadana efectiva y real, visión global y a largo plazo, regeneración democrática y recuperación de valores fundamentales. Los principios que defiende un ciudadano global.

29 octubre 2006

Felicidades

Aunque aceptar la derrota no esté entre las virtudes de quienes están acostumbrados a salirse con la suya, el evidente fracaso de la manifestación de este domingo debería obligar a más de uno a revisar sus estrategias. Esta vez no ha bastado la amplia cobertura mediática del grupo El Día, ni el habitual discurso oportunista de algunos políticos aprovechando la crisis de los cayucos.
Pero muchos se han retratado con esta manifestación. Que conste que no olvidaremos las actitudes y los pronunciamientos previos a la misma (benditas hemerotecas).

Creo poder anticipar algunas reacciones:

Los convocantes, exhibirán un patético victimismo. En una sobreactuada demostración de coherencia intelectual, dirán que su profundo amor a la patria les impulsará a defender por siempre sus convicciones, aunque el pueblo, confundido por los enemigos de la patria, les haya dado la espalda en esta ocasión. De hecho, amenazan con nuevas convocatorias. Reprocharán a quienes se atrevieron a criticarlos sin piedad al punto de amenazar sus puestos de trabajo. El cargo de asesor, que yo sepa, se ejerce en virtud del nombramiento de un político a cuyo ejercicio se vincula el cargo. Si alguna amenaza se cierne sobre el puesto de trabajo de estos señores es, en su caso, el cese o la despedida de Miguel Zerolo. Lo que no cabe es negar la evidencia y pretender que no se aluda al cargo político de los convocantes por parte de quienes se opusieron a la manifestación. Creo que todos somos mayorcitos y cada palo que aguante su vela.

Dirán que las voces contrarias a la manifestación eran muy poderosas y estaban bien coordinadas y dirigidas por intereses que en última instancia solo persiguen perjudicar a los tinerfeños. En fin, la vieja táctica de arrojar mierda sobre los otros para eludir las propias responsabilidades. Está muy visto.

Dirán que el pueblo no está aún concienciado de la magnitud del problema de la inmigración, pero que acabarán triunfando porque los hechos vendrán a otorgarles, tarde o temprano, la razón. Quien sabe, siempre cabe la esperanza de que las cosas se tornen a nuestro favor aunque sea sólo mínimamente (ya se encargarán nuestros aliados mediáticos de cargar las tintas), y entonces renaceremos victoriosos de nuestras cenizas (¿lo ven?, ya lo decíamos nosotros). También muy visto.

Los partidos políticos que apoyaron abiertamente la protesta (Partido Nacionalista Canario, Centro Canario y la ultraderechista Democracia Nacional) argumentarán que el ruido mediático de la oposición tildando de racista y xenófoba la convocatoria, ha acabado por confundir a los nobles ciudadanos, aunque saben que estos, son en su mayoría partidarios del control poblacional que era, en definitiva, el motivo fundamental de la manifestación. Sus torpes asesores de campaña, si es que los tienen, se devanarán los sesos a partir de mañana en busca de reclamos electorales más rentables. Quien sabe, puede resultar interesante. Tal vez en su desesperación por arañar votos acaben por cometer alguna imprudencia que saque a la luz jugosas corruptelas de los partidos rivales. En cualquier caso, está claro que la defensa de algunas causas obliga, en ocasiones, a compartir el escenario con incómodos compañeros de viaje.

Los partidos que actuaron con una calculada ambigüedad (Coalición Canaria y Partido Popular), alabarán la madurez del pueblo tinerfeño, que una vez más ha demostrado su carácter abierto y hospitalario frente a quienes anticipaban multitudinarias demostraciones de racismo y xenofobia. Lamentarán, eso sí, privadamente, que no hayan sido capaces de colocar en el centro del debate político la discusión sobre una hipotética ley de residencia, lo que les hubiera venido de perlas de cara a la futuras elecciones autonómicas. A partir de ahora, leña al mono. La nueva estrategia electoral un vez agotado el filón de la inmigración, se centrará en desacreditar a los líderes rivales. Nos espera un final de legislatura apasionante.

Miguel Zerolo, que exponía mucho más que su partido, teniendo en cuenta que los convocantes eran sus asesores políticos, lamentará su derrota en silencio y alejado de los micrófonos, esperando a que pase la tormenta, y no sin antes acariciar cariacontecido, el lomo de sus atribulados asesores mamporreros. Que sepa que esta vez tendrá más complicado escapar por la tangente.

El Día culpará del fracaso a los poderes fácticos de la isla vecina que una vez más han confundido a la ciudadanía tinerfeña. Los periodistas más significados de su Grupo de comunicación, aumentarán si cabe la intensidad de sus insultos y en una disparatada huída hacia delante, no dejarán títere con cabeza. Igual, algunas antiguas alabanzas al pueblo tinerfeño se tornan ahora en velados reproches a su "inmadurez". Cuando el pueblo no sigue nuestras consignas permitannos dudar de su responsabilidad. Ya se sabe, es duro dejar de ser el guía espiritual de los tinerfeños, el vigía infatigable de sus siempre amenazados intereses. Yo espero sinceramente que hagan una reflexión serena y lúcida, y que el grupo El Día vuelva por fin a la senda de la cordura que abandonó hace ya algún tiempo por culpa del delirio paranoico de un venerable anciano.

Aunque, la estrategia más socorrida será sin duda la de negar la mayor. Dirán que la manifestación ha sido un éxito y punto. En fin, un paso más en el camino hacia la absoluta pérdida de credibilidad de todos estos farsantes.

Lo habíamos dicho. Somos más y somos mejores. Felicidades.

25 octubre 2006

¿Periodismo?


Pues claro, son ustedes xenófobos y racistas. Es evidente
Imagen de www.canariasdigital.org

Argumentos bien sólidos, en la línea habitual de su periódico, para justificar una vergonzante manifestación contra la "gran invasión". Frente a las opiniones razonadas y apoyadas en datos irrefutables, sólo exabruptos, insultos y una exaltación pseudopatriótica que me avergüenza como canario.
Parece que todo es culpa de los canariones, de los antipatriotas tinerfeños y del efecto llamada que producen los escasos descerebrados, teniendo en cuenta su poca influencia en la sociedad, que no piensan como ustedes (¿entonces por qué les dedican tanta atención?).
Se han autoproclamado como los únicos y legítimos defensores de las esencias patrias, calificando de enemigos de Tenerife y traidores a todos los que no comparten sus delirantes opiniones. No pretendan representar a nadie. Ustedes son sólo portavoces de si mismos.
Destilan rencor y odio en cada una de sus editoriales defendiendo una idea de Canarias basada en la división y el enfrentamiento, y todavía tienen el descaro de tildarse de patriotas.

Seguro que hay profesionales honestos en ese periódico que sienten asco por la línea editorial de su empresa. Los imagino resignados, escupiendo su rabia contenida por los rincones. Les pido que protesten. Habrá otras puertas que se abran. Qué va a quedarnos si permitimos que pisoteen nuestra profesionalidad y renunciamos a nuestras más íntimas convicciones, a cambio de una cierta estabilidad laboral.

Lo de los convocantes resulta patético. Supongo que esperan que muchos incautos los identifique con la voz de la calle. La Concave (pesebreros vecinales ampliamente subvencionados) y la Fundación ¿Identidad Canaria?. Por favor, no pretendan ustedes erigirse en definidores y valedores de esa identidad mientras son jaleados en un periódico que un día si y otro también se dedica a enfrentar a los canarios. ¿Qué van a contar a los vecinos más jovenes?. Todos imaginamos, señores convocantes, a que intereses sirven. Qué triste ejercer de mamporreros de un partido que no se atreve a dar la cara convocando directamente la manifestación. Cómo se puede defender la identidad de un pueblo si se renuncia con tanta facilidad a la propia.
Se echa de menos una declaración de los dirigentes de Coalición Canaria y ATI por la que se desmarquen claramente de la manifestación. ¿O es que están esperando a conocer la respuesta ciudadana para aprovecharla políticamente en caso de que la protesta sea numerosa? Estamos acostumbrados a sus lecciones de oportunismo político. Sin embargo, tengo la sensación de que su forma de hacer política está llegando, afortunadamente, a su fin.

Son ustedes libres para escribir lo que quieran pero tiene el deber de responsabilizarse por ello. No descalifiquen de una forma tan burda e inconsistente a los que no comparten sus delirios.
Respeten a los lectores y ofrezcanles algo más digno. Un mensaje que esté a la altura de mentes sanas, formadas y abiertas. Un pueblo no se merece su inmundicia.

Sabré que Canarias ha progresado cuando dejen de publicarse editoriales como las suyas. Mientras tanto seguiré pensando que tenemos un problema social muy grave.
Somos más y somos mejores. La cordura y la tolerancia siempre se imponen sobre la sinrazón; aunque algunos desfallezcan en el camino. De seguir en esta línea EL DÍA se quedará solo y acabará convertido en un panfleto propagandístico al servicio de sus anunciantes.
Estamos ante una de esas ocasiones en las que hay que demostrar nuestra altura moral. Ya no más resignación, basta de mirar a otro lado.

No vamos a caer en la trampa. No vamos a confundirnos de debate. Después de casi veinte años aprovechándose de un sistema económico basado en un consumo intensivo del territorio que ha requerido abundante mano de obra, ven cerca el final del ciclo y pretenden desviar la atención eludiendo sus responsabilidades como gobernantes. La culpa es de los inmigrantes y con la afluencia de cayucos la oportunidad la pintan calva.
Lo importante para ustedes es que no se cuestione, en ningún caso, el modelo de desarrollo actual. La vieja táctica propagandística de simplificar y reducir.
Si se fuerzan situaciones de hecho que provoquen confontación social, se generan corrientes de opinión muy polarizadas en torno a esos hechos concretos y no se entra en un debate sobre la globalidad o el fondo del problema. La manifestación es claramente, una herramienta al servicio de esta estrategia.
No debemos renunciar a participar en la definición del modelo de desarrollo que queremos para nuetra tierra y cuatro agitadores interesados no pueden impedir que debatamos serenamente con el concurso de todos los agentes sociales y económicos, los asuntos verdaderamente importantes para los canarios.
Insisto en que creo que estamos al final de un ciclo. Los más beneficiados hasta ahora pretenden apurar los últimos bocados del festín sin ser molestados por quienes se atrevan a responsabilizarlos del expolio, y capitanear el cambio que se avecina para seguir beneficiándose.

Gracias por decirlo tan bien y tan claro
Houston tenemos un problema
Más cifras
No somos racistas

19 octubre 2006

Empresa o Negocio

CAUSAS Y EFECTOS

  • Negocio
  • Especulación
  • Corto plazo
  • Explotación
  • Derroche
  • Improvisación
  • Chapuza
  • Victimismo, subvencionalismo

REMEDIOS

  • Empresa
  • Inversión
  • Largo plazo
  • Formación, cualificación, tecnología
  • Ahorro, eficiencia
  • Planificación
  • Excelencia, calidad, servicio
  • Competencia

RESULTADOS

  • Progreso
  • Desarrollo
  • Justicia social

18 octubre 2006

Política o Propaganda

CAUSAS Y EFECTOS

Maniqueísmo, reduccionismo, bipolarización, simplificación, oscurantismo, propaganda, manipulación, desinformación, engaño, falsedad, cinismo, relativismo, ignorancia, pasotismo, abstención, clientelismo, nepotismo, vulgarización, populismo, caciquismo, brutalidad, violencia, exageración, desproporción, desfachatez, desvergüenza, mediocridad, resignación, conformismo, pereza, papanatismo, uniformidad, chapuza, improvisación, irresponsabilidad, deslealtad, derroche, soberbia, insolidaridad, desilusión, desequilibrio, desigualdad, odio, intolerancia, rechazo, desprecio, guerra, venganza, abuso, incomprensión, incomunicación, patriotismo, división, fronteras, nacionalismo, colonialismo, ombliguismo, cerrazón, desesperación, miseria, hambre, simpleza, estupidez, rencor, olvido, ....

REMEDIOS

Educación, conocimiento, información, transparencia, serenidad, moderación, honestidad, sinceridad, lealtad, humildad, participación, respeto, civismo, tolerancia, comprensión, sensibilidad, rebeldía, exigencia, reivindicación, confianza, diálogo, matización, aceptación, pluralidad, debate, humor, fina ironía, equilibrio, equidad, inteligencia, austeridad, generosidad, solidaridad, comunicación, reflexión, sensatez, sentido común, empatía, universalidad, diversidad, diferencia, responsabilidad, eficacia, determinación, compromiso, eficiencia, preparación, ilusión, acción, sencillez, perdón, memoria, ....

RESULTADOS

Justicia, libertad, igualdad, paz, sabiduría, fraternidad, ...

15 octubre 2006

Propaganda. Nociones para la autodefensa.


Los mensajes de los políticos son en su mayor parte propaganda. Es lógico teniendo en cuenta que el principal objetivo de los partidos es alcanzar el poder que le dan los votos y, la propaganda es en la primera acepción del diccionario de la Real Academia la "Acción o efecto de dar a conocer algo con el fin de atraer adeptos o compradores". Atrapar votantes es pues, el primer objetivo del político, y la propaganda, la herramienta más eficaz con la que cuenta para conseguirlo. Esto es algo que debe aceptarse con naturalidad. Sin embargo, corren ríos de tinta en los periódicos o se desatan apasionadas discusiones en las tertulias radiofónicas o televisivas, a raiz de declaraciones políticas que son en su mayoría mensajes propagandísticos. Calificar de propaganda un mensaje le resta inmediatamente eficacia y capacidad de influencia. Por esto es importante conocer los principios de la propaganda, para dar a los discursos su dimensión adecuada.

Reproduzco literalmente en cursiva los principios de la propaganda inspirados por Goebbels extraídos de Wikipedia.

Goebbels era un genio de la propaganda. Unos famosos principios impulsaron su trabajo. Todavía son usados hoy en día como herramienta propagandística. Son estos:
1. Principio de simplificación y del enemigo único. Adoptar una única idea, un único Símbolo; Individualizar al adversario en un único enemigo.

2. Principio del método de contagio. Reunir diversos adversarios en una sola categoría o individuo; Los adversarios han de constituirse en suma individualizada.
3. Principio de la transposición. Cargar sobre el adversario los propios errores o defectos, respondiendo el ataque con el ataque. "Si no puedes negar las malas noticias, inventa otras que las distraigan".
4. Principio de la exageración y desfiguración. Convertir cualquier anécdota, por pequeña que sea, en amenaza grave.
5. Principio de la vulgarización. "Toda propaganda debe ser popular, adaptando su nivel al menos inteligente de los individuos a los que va dirigida. Cuanto más grande sea la masa a convencer, más pequeño ha de ser el esfuerzo mental a realizar. La capacidad receptiva de las masas es limitada y su comprensión escasa; además, tienen gran facilidad para olvidar".
6. Principio de orquestación. "La propaganda debe limitarse a un número pequeño de ideas y repetirlas incansablemente, presentadas una y otra vez desde diferentes perspectivas pero siempre convergiendo sobre el mismo concepto. Sin fisuras ni dudas". De aquí viene también la famosa frase: "Si una mentira se repite suficientemente, acaba por convertirse en verdad".
7. Principio de renovación. Hay que emitir constantemente informaciones y argumentos nuevos a un ritmo tal que cuando el adversario responda el público esté ya interesado en otra cosa. Las respuestas del adversario nunca han de poder contrarrestar el nivel creciente de acusaciones.
8. Principio de la verosimilitud. Construir argumentos a partir de fuentes diversas, a través de los llamados globos sondas o de informaciones fragmentarias.
9. Principio de la silenciación. Acallar las cuestiones sobre las que no se tienen argumentos y disimular las noticias que favorecen el adversario, también contraprogramando con la ayuda de medios de comunicación afines.
10. Principio de la transfusión. Por regla general la propaganda opera siempre a partir de un sustrato preexistente, ya sea una mitología nacional o un complejo de odios y prejuicios tradicionales; se trata de difundir argumentos que puedan arraigar en actitudes primitivas.
11. Principio de la unanimidad. Llegar a convencer a mucha gente que se piensa "como todo el mundo", creando una falsa impresión de unanimidad.

A partir de aquí, que cada uno saque sus propias conclusiones. Conociendo los síntomas es más fácil combatir la enfermedad.

11 octubre 2006

Adiós al LIMBO

El Papa cierra las puertas del Limbo

Es una pena.
El limbo es el lugar donde habitan las contradicciones, las dudas, los deseos incumplidos, las frustraciones.
Es el reino del claroscuro y los matices.
A él van los genios incomprendidos, los perdedores, los amantes no correspondidos y los amantes desengañados.
Es el destino de las almas rebeldes e inconformistas, de los inadaptados y de los atrevidos. Es la morada de los quijotes y los aventureros.
El limbo se me asemeja a uno de esos bares cutres y apartados, en medio de un larga carretera que conduce a cualquier sitio o a ninguno. Siempre suena una sensual melodía de jazz, una canción de Tom Waits o un bolero triste y desgarrado y, de cuando en cuando, rock duro y letras irreverentes a ritmo de ska. Es un lugar en ninguna parte.
En el purgatorio, las almas arrepentidas pagan penitencia por sus pecados pero al limbo van las que quieren. Las que prefieren seguir haciéndose preguntas o las que necesitan emociones fuertes. Las que no esperan castigos o recompensas.
En el limbo las almas siguen aferrándose a la vida. Las que han ido al cielo o al infierno hace tiempo que aceptan que están muertas.
Es el final. Un final eterno.

10 octubre 2006

Un mal día

Nefasto.

Durante el desayuno, un compañero de trabajo me comentó que abrirían un centro de retención de inmigrantes muy cerca de sus casa y que no tendría más remedio que poner una alarma. "Hasta ahora ha sido una zona tranquila pero con esta gente descontrolada ya se sabe". Le dije que no me parecía que fuesen peligrosos. Arriesgan sus vidas en un incierto viaje para escapar de la miseria y al llegar son hacinados en centros de retención esperando pacientemente su derivación a la penísula o su repatriación a sus países de origen. Saben que su esfuerzo puede resultar en vano y no ha habido protestas, revueltas o amotinamientos. Y ello a pesar de que los centros son vigilados por escasos efectivos policiales. En realidad nos han dado una lección de autocontrol y respeto a las normas de convivencia. No imagino como reaccionarían 3.000 viajeros europeos atrapados, por ejemplo, en un aeropuero durante 48 horas después de un incómodo viaje en avión con destino a su lugar de vacaciones.
Mi compañero se limitó a responderme que si tan claro lo tenía, tal vez no me importaría alojar a los inmigrantes una temporada en mi casa.

Por la tarde me encontré con un antiguo amigo del colegio al que no veía desde hacía años. Me explicó que trabajaba de voluntario para Cruz Roja pero que pronto iba a dejarlo. Estaba cansado y desmoralizado. No podía asimilar tanto sufrimiento, se implicaba demasiado. Entonces le comenté que a pesar de todo, estaba seguro de que le animaría el reconocimiento y el apoyo de la gente. Le recordé las emotivas imágenes que se vieron por televisión de unos bañistas en El Médano socorriendo a unos inmigrantes recién llegados a los que daban agua y arropaban con sus toallas. Pero cual fue mi sorpresa cuando me comentó que aunque aquel suceso había tenido una gran repercusión, también un día si y otro también escuchaba como grupos de energúmenos cada vez más numerosos increpaban a los inmigrantes que arribaban desfallecidos a la costa, comminándolos con insultos a que volvieran a sus países.
Sentí una enorme tristeza mezclada con una profunda indignación. Sabía que nadie se atrevería a denunciar estas actitudes. A los políticos les interesa especialmente, incluir en sus discursos las inevitables referencias al problema humanitario como su primera preocupación para, a continuación, alabar el comportamiento solidario, casi heroíco del pueblo canario.
No quiero creerlo. No puede ser cierto.
Por la noche escuché a Jorge Vargas, uno de los líderes de opinión del nacioanalcaciquismo canario, alabar los genitales de la alcaldesa lagunera doña Ana Oramas, "los tiene cuadrados" decía con su habitual histrionismo. La encendida alabanza que se acompañó del tema "Patria Canaria" sonando de fondo, se debía a unas declaraciones de la alcaldesa en las que criticaba al gobierno nacional por habilitar el cuartel de Las Canteras como centro de retención de inmigrantes. Yo ya había visto las declaraciones de marras por televisión. La alcaldesa, con los ojos inyectados en sangre, el rostro enrojecido de furia y el cuello de cantaor flamenco, estirado y con las venas hinchadas, protestaba con vehemencia contra la decisión del gobierno central, que al considerar de interés para la defensa nacional el acondicionamiento del cuartel, evitaba la intervención en la decisión del ayuntamiento lagunero e impedía así, cualquier maniobra tendente a evitar su apertura como centro de retención. La alcaldesa argumentaba que el gobierno central nos tomaba el pelo al pueblo canario. Que en vez de abrir nuevos centros y cedernos el marrón, se tenía que dedicar a resolver de una vez por todas el problema humanitario y evitar las muertes en el mar. Cuanto cinismo. Si los inmigrantes se quedan en su tierra y se mueren "tranquilamente" de hambre en sus países de origen no hay problema humanitario, o nos importa una mierda. Estoy con la alcaldesa en lo de evitar las muertes durante la travesía, se puede hacer mucho más para impedir esta tragedia, pero no con su empeño en despejar balones fuera considerándolo como un asunto que sólo atañe al gobierno central. Y, desde luego, poco importa el problema humanitario en destino. Coño, aquí molestan. Si están hacinados y hay pocos recursos que lo arreglen otros. Ni un ápice de solidaridad. Resulta más rentable electoralmente remar a favor de corriente y hacer un discurso alarmista que despierte nuestros sentimientos de nuevos ricos cagados de miedo, que colaborar activamente en mitigar la crisis humanitaria que tanto parece preocuparle.
Vaya día.

08 octubre 2006

Dios mío, soy conservador

Recientemente escribía sobre los conversos a los que consideraba mentalmente débiles, cobardes e incoherentes, y casi sin solución de continuidad he descubierto, dios me ayude, que soy un conservador (ya se sabe, no escupas para arriba). Siento que después de muchos años de conflicto interno, de búsqueda interior, he encontrado por fin mi camino. Incluso asoman en mi carácter algunos tics autoritarios y me resulta un esfuerzo titánico mostrarme tolerante ante ciertas actitudes del prójimo. Puede que sea la crisis de los cuarenta o la gripe de otoño. Sin embargo, no me siento incómodo con mi nueva adscripción ideológica y hasta diría que he alcanzado por fin, la paz interior que anhelaba.

Nunca he sido un antisistema. Me parece que el régimen democrático es como opinaba Sir Winston Churchill (está claro que mi proceso de identificación con su pensamiento es imparable), el menos malo de los sistemas: El imperio de la Ley, la división de poderes, los derechos y libertades fundamentales, el estado social que amplia los derechos de los trabajadores y contribuye a moderar los efectos más perversos del capitalismo... Claro que como toda construcción humana, la democracia tiene sus imperfecciones (por cierto, frase muy utilizada por la jerarquía vaticana para justificar los desmanes de la Iglesia, ¿me entienden ahora?) e intento humildemente denunciarlas.
En democracia no conviene cuestionar permanentemente las instituciones. Es jugar con fuego. Resulta cuando menos absurdo colocar en permanente situación de riesgo aquello que se afirma proteger. Así me lo aprendí yo. Sin embargo, en nuestro país un día sí y otro también se niega legitimidad al partido gobernante al que se acusa de alcanzar el poder merced a un golpe de estado en colaboración con ETA, el terrorismo islámico y un grupo de jueces y policías corruptos. ¿Alguien da más? Una supuesta conspiración sostenida por mentes calenturientas que se extiende como la pólvora a fuerza de hablar de ella (estrategia típicamente goebbeliana, en su versión hispana de "si el río suena, agua lleva", y popularizada con el apelativo de "alomojó") . Claro que las conspiraciones delirantes han sido siempre uno de los apoyos intelectuales más eficaces de los dictadores: la alianza judeomasónica, la amenaza sionista, el monstruo capitalista que implacable devora a los trabajadores. Pero también han servido de nexo de unión a grupos antisistema que se sienten atraídos por la idea de considerarse depositarios de una verdad que el común de los mortales, manipulado e idiotizado por el sistema, ignora.
Que excitante ser la avanzadilla de un nuevo movimiento de liberación nacional, de una nueva cruzada que les devuelva el poder injustamente arrebatado.
Y yo, pobre de mí, me aferro a mis valores tradicionales. Sigo creyendo que son legítimos los gobernantes elegidos en las urnas y que tienen derecho a desarrollar su programa político si este no rebasa el límite esencial e infranqueable de la democracia: los derechos y libertades fundamentales del hombre. Que quede claro; ahorrense la crítica, en consecuencia, los que argumentan insistentemente que Hitler fue elegido en las urnas, para negar legitimidad a los ganadores de las elecciones. No puede sostenerse que participa en el juego quien viola sus reglas sistematicamente.
Mi recién estrenado credo conservador me impulsa a confiar en el poder judicial, a respetar su independencia y a asumir sus decisiones. Incluso las que no se ajusten a mis intereses.
Confío en los cuerpos y fuerzas de seguridad. Creo en la veracidad de sus investigaciones. En la lealtad a la democracia de sus miembros (esta frase la firmaría orgulloso cualquier conservador que se precie).
Y creo tan firmemente en la policía y en la justicia que sé que investigarían y condenarían a sus propios miembros corruptos. Lo que no harán nunca es negar la evidencia y manipular la realidad de los hechos, mal que le pese a algunos. Y desde luego, lo que no cabe en mi cabeza es que el delirio de unos paranoicos les obligue absurdamente a ocuparse de un objeto de investigación que esa terca realidad se empeña en revelar como inexistente. Que quede claro otra vez; ahorrense la crítica los fans del GAL (bien que jaleaban sus asesinatos hasta que les convino políticamente considerarlos la reencarnación del diablo). Cuando se investigó el GAL se reunieron las pruebas que sirvieron para condenar a los responsables y, después de más de 2 años de investigación del 11-M, no hay ni una sola evidencia que ampare las teorías conspiratorias.
Otro de los síntomas de mi conversión es que he perdido interés por las manifestaciones y las pancartas. Me sigue pareciendo loable manifestarse a favor de una causa justa o en contra de los abusos de poder. No soy un alma cándida y comprendo que las protestas pueden responder a intereses partidarios, pero siempre he recelado de las manifestaciones en que se insiste más en la negación y en la repulsa que en la propuesta. Dígamos que prefiero manifestarme a favor de la paz a protestar contra la guerra. Mucho mejor si las puertas se abren que escuchar el estruendo de los portazos. Se me ponen los pelos como escarpias cuando escucho llamamientos a favor de la rebelión cívica si el gobierno no se allana a las pretensiones de quienes se manifiestan. No es respetar las reglas del juego y los conservadores siempre acatamos las reglas. Desconfío, además, de las marchas organizadas durante meses y rodeadas de un enorme aparato logístico. Tal vez porque sigo creyendo, bendita inocencia, que las manifestaciones surgen de la necesidad compartida y espontánea de expresar públicamente nuestras convicciones fundamentales. Una especie de confesión pública.
No me estimulan los eslóganes más jaleados ultimamente: "Zapatero al paredón"; "11-M: golpe de estado"; "PSOE terrorista". Espero que no sean efectivamente la plasmación de convicciones íntimas. Si acaso, una terapia para canalizar algunas frustraciones y resentimientos.
Pero el factor deteminante de mi fulminante conversión ha sido el convencimiento de que nuevamente y, como ha ocurrido en otros momentos históricos igualmente decisivos, se encuentran seriamente amenazados nuestras libertades y derechos fundamentales. La batalla por su conquista comenzó seguramente hace miles de años, aunque su formulación actual deriva de la Revolución Francesa. Si cedemos terreno, costará sangre, sudor y lágrimas (Churchill otra vez, mi nuevo referente intelectual) recuperarlo.
Mi estrenado conservadurismo me obliga a ser inflexible con el relativismo moral que nos invade. Frente al recorte de libertades: tolerancia cero (me gusta más este eslogan).
La derecha conservadora ha tomado las calles con consignas antisistema, apelando a la rebelión cívica. Apoyada por "intelectuales revisionistas", que denuncian la manipulación de la realidad histórica y "periodistas de investigación" que destapan las miserias del presente, cree que ha llegado el momento de cambiar las reglas del juego. Las actuales no valen. Si pierden la batalla de la paz y desaparece ETA, hay izquierda para rato. "Los rojos, ya se han asegurado el voto de los separatistas, los terroristas, los maricones, los lisiados y las putas y esos, son muchos votos". Pero estos nuevos antisistema cuentan con unos medios de comunicación afines, numerosos y bien coordinados en el mensaje, aunque hayan perdido algunas bazas conservadoras que se resisten a abandonar la moderación, como el ABC (así que leña al mono). Cuentan con la jerarquía de la Iglesia, si bien con algunas voces disidentes que prefieren tender puentes (como el "filoterrorista" Monseñor Uriarte). Y, por último han invadido la red con infinidad de blogs, foros y webs, neocons, revisionistas y racistas, mostrando un perfecto conocimiento de los nuevos instrumentos propagandísticos.
Da miedo, así que "moderados del mundo, uníos".

07 octubre 2006

Nacionalcaciquismo


Soy perro viejo y no van a engañarme. Prefiero descubrir los matices y por eso huyo de los discursos maniqueos. Prefiero buscar los puntos de encuentro a profundizar en las heridas o agitar el conflicto.
Parece que no son suficientes las barbaridades que se han cometido y se siguen cometiendo en nombre de la nación, la raza, la religión. Al fin y al cabo, artificios intelectuales, invenciones que se situan por encima de su creador y acaban por someterlo y aniquilarlo. La respuesta es el hombre. Lo ha sido siempre.
Algunos opinan que Canarias es una colonia, que una potencia extranjera la invadió, sometió a sus pobladores y expolió sus recursos naturales. Antes de que se cometieran tales atrocidades, el pueblo guanche, orgulloso y altivo, vivía en paz en una tierra amable y generosa, en armonía con su dios y la naturaleza. La metrópoli arrasó aquel universo ideal. Pero en los corazones canarios permanece aún el recuerdo de aquella ofensa. Y cuando recobre la conciencia del pueblo que fue, renacerá nuevamente orgulloso y altivo para romper las cadenas y recuperar su libertad.
Tengo la sensación de que bastantes lectores, los más sensibles y emotivos, se sentirán identificados con esta romántica interpretación de la historia. Aunque no sean canarios, reconocerán en ella la experiencia de sus pueblos y se sentirán confortados al saber que muchos comparten sus sentimientos. Porque hablamos justamente de eso, de sentimientos. Resulta paradójico que lo que expresamos como una emoción íntima sirva para agitar tantas voluntades en tantos sitios diferentes. Lo saben bien expertos manipuladores y agitadores que con especial maestría han pescado históricamente muy bien en estas aguas revueltas.
Claro que los hechos, implacables y tercos, vendrán, como siempre y sin ser invitados, a aguarnos la fiesta. Nos mostrarán una realidad que no difiere mucho de la de los europeos occidentales. Gente que pasa de la política, centrada en su trabajo y en su familia. Gente agobiada por el tráfico y preocupada por llegar a fin de mes. Gente que sueña con su próxima compra mientras degusta su hamburguesa favorita en un Mc Donald. Gente que en su reciente papel de nuevo rico disfruta orgullosa de las comodidades occidentales. Gente escasamente solidaria que olvida a fuerza de talonario, las desgracias ajenas. Gente que imita a gente. Nadie diría que son un pueblo sometido. No, hasta que aparece el menor atisbo de incertidumbre.
Entonces, ya se sabe, a río revuelto ganancia de pescadores. Toca buscar culpables. Un buen chivo expiatorio que oculte nuestras miserias y desvíe las miradas acusatorias. El mensaje interesado se dirigirá sobre todo a los que se descuelgan del sistema. A esa masa dúctil y desideologizada que ve amenazada su privilegiada existencia. A los que se sienten al borde del abismo y temen quedar marginados. Los responsables políticos y los medios de comunicacion agitarán el discurso colonialista: vale igual para un roto que para un descosido. Nos desprecian. Pasan de nosotros. Sólo les interesa nuestro dinero (ahora somos ricos). Y ellos, los de siempre, saldrán victoriosos del envite. Y la gente; la gente seguirá imitando a gente.
Pero el rollo colonialista sólo sirve ante las crisis importantes; cuando hay miedo y confusión. En tiempos menos convulsos, resulta más creíble un discurso moderado. Además, insisto, ya somos ricos e importantes. Siendo europeos de primera resulta denigrante asemejar nuestra historia a la de las antiguas colonias africanas o americanas. Faltaría más. Así que se baja un peldaño y nos hacemos nacionalistas. Eso sí, nacionalistas light, no se nos vaya a ir el asunto de las manos. Interesa fundamentalmente la defensa de nuestros intereses económicos. Y por eso, nos convertimos en un alarde de ingenio y monumental cinismo, a pesar de recibir doce millones de turistas cada año, en un Remoto Archipiélago Atlántico, Fragmentado y Ultraperiférico. En fin, abandonado a su suerte y dejado de la mano de dios. Y esa situación de víctima exige obviamente compensaciones importantes en forma de ventajas fiscales, y subvenciones, muchas subvenciones.
Pero no conviene olvidar que la economía es una ciencia oscura y no está al alcance del común de los mortales. No excita ni moviliza. Hay que adornar el mensaje con ribetes emocionales. Un poquito de folklore por aquí, una academia de la lengua por allá, una nueva interpretación de la historia por acuyá. Y bueno, la gente; la gente seguirá imitando a gente. Y seguirá mirando para otro lado mientras destrozan su territorio. Que paradójico, ellos, los nacionalistas, los que más defienden su tierra única. El territorio, lo único real y tangible. Lo único que como pueblo, esa gente, mi gente, podrá ofrecer a sus hijos. Y unos pocos exhibirán ufanos sus bolsillos abultados, orgullosos de haber sido los más astutos, los que mejor aprovecharon el momento.
Y yo seguiré sintiéndome como un huesped en mi propia casa. Me consolaré creyendo que algunos andaluces o gallegos o catalanes se sienten igualmente desplazados. Hace tiempo que conocen al cacique. Siempre ha gobernado. Es toledano o de Soria, es canario o de Jaén. Que más da.
Como diría Aznar, no creo que los caciques estén en desiertos muy remotos o en montañas muy lejanas. Están bien cerca. El veneno lo tenemos en casa.
Así que ni colonialismo, ni nacionalimo, ni machangadas. Caciquismo puro y duro. O si lo prefieren "Nacionalcaciquismo".

01 octubre 2006

Libertad o Seguridad

"Quienes son capaces de renunciar a la libertad esencial a cambio de una pequeña seguridad transitoria, no son merecedores ni de la libertad ni de la seguridad".
Benjamin Franklin (1706-1790) Estadista y científico estadounidense.

MENOS LIBERTAD NO IMPLICA MÁS SEGURIDAD SOLO IMPLICA MENOS LIBERTAD
La experiencia no demuestra que la disminución de libertades haya mejorado la seguridad. Históricamente los recortes de libertades han venido de la mano de regímenes políticos totalitarios de izquierdas o de derechas. Como sabemos, la seguridad en esos regímenes es sólo para los que comulgan con el credo oficial impuesto. Los disidentes son encarcelados o asesinados y el miedo se convierte en el arma más eficaz del gobernante.
DEBILIDAD Y FIRMEZA
No es débil el que se sobrepone al miedo y defiende sus derechos sino el que con la excusa de ser firme frente a las amenazas se ampara permanentemente en el uso de la fuerza.
Los apóstoles de la seguridad nos quieren hacer creer que la derrota del terrorismo exige firmeza y determinación; que no es posible derrotarlos si les permitimos aprovecharse de las "debilidades" de nuestras democracias.
Opino que la firmeza consiste en resistir frente a la amenaza manteniendo nuestras convicciones y no en renunciar a nuestra forma de vida y a nuestras libertades.
¿CUÁL ES EL VERDADERO ALCANCE DE LA RENUNCIA?
Hay que utilizar el lenguaje con precisión. Renunciar a libertades es, en realidad, renunciar a derechos. Lo que se plantea no es una renuncia a prerrogativas individuales para proteger bienes más elevados, sino la cesión pura y dura de derechos fundamentales que se refieren a la sociedad en su conjunto. No hablamos de renunciar a ir a 200 kilómetros por hora por un carretera secundaria para proteger al resto de conductores o de prohibir fumar en espacios públicos para proteger la salud de los no fumadores. Hablamos del derecho a la inviolabilidad del domicilio, del derecho a un juicio justo, del derecho a no ser torturado, del derecho al secreto de la correspondencia y las comunicaciones...
ES UNA RENUNCIA CON UN COSTE MUY ELEVADO
Estos derechos fueron la más preciada y costosa conquista de nuestros antepasados y constituyen la esencia de nuestros sistemas democráticos occidentales, el mayor logro de nuestra civilización. Renunciar a ellos es dar un paso atrás en la historia. Es decir adiós a nuestro valores democráticos fundamentales.
Y SIN PLAZO DE CADUCIDAD
Nadie nos dice si esa renuncia será temporal o permanente. Teniendo en cuenta que se justifica por la existencia de una amenaza terrorista imprevisible y esquiva, parece lógico pensar que será igualmente incierto el límite temporal de la renuncia.
Mientras persista el miedo, persistirá la sensación de inseguridad y se justificará el recorte de libertades.
LOS AUTÉNTICOS VENCEDORES
Entiendo que tener seguridad significa sentirse protegido frente a las amenazas a nuestro sistema de vida. Lo que carece de sentido es renunciar a ese sistema de vida para protegernos. Eso significará que "los malos" ya han ganado.
"La causa de la libertad se convierte en una burla si el precio a pagar es la destrucción de quienes deberían disfrutar la libertad".
Mahatma Gandhi (1869-1948) Político y pensador indio