07 octubre 2007

Soberanismo de conveniencia

Pasaron de ser miembros del movimiento a demócratas de toda la vida y más tarde, cuando se avecinaba el desatre de la extinta UCD, se reconvirtieron en nacionalistas moderados para seguir aferrados al poder y no perder las oportunidades que surgirían con el traspaso de competencias a las nacientes autonomías.
Esperaban gobernar para siempre, pero le han visto las orejas al lobo Aguilar y se han echado al monte con la esperanza de no perder sus privilegios.
Se tambalean muchas poltronas y en momentos tan delicados, todo vale para continuar en el poder. Así que ahora son soberanistas.
Es posible que los amos de la globalización les parezcan mejores aliados para mantenerse en el machito, que el juego no siempre previsible de las urnas o la implacable ceguera de una justicia que aún no controlan. O tal vez, les asuste sobremanera una modificación del sistema electoral que les ha permitido gobernar durante tantos años.
En esto del todo vale, se parecen bastante a la derecha nacional del PP que para volver a mandar inventan conspiraciones inverosímiles sin reparar en el menoscabo que puedan sufrir las instituciones. Tal vez por eso gobiernen juntos o, tal vez por eso, El Día no incluya entre los godos colonialistas a los megahiperespañolistas del PP.
Para quienes se sienten los únicos legítimos depositarios del poder y están acostumbrados a manipular , el fin siempre justificará los medios. Lo mismo piensan los fanáticos de todo pelaje y los ignorantes que necesitan que alguien les muestre un camino.
Por esto a los caciques no les resulta difícil sumar a sus causas interesadas a muchos tontos útiles y patéticos bufones tipo Cubillo que les bailan el agua y aplauden sus filigranas ideológicas.
Los ciudadanos son para ellos, una masa manipulable a la que se puede movilizar cuando conviene con mensajes simples y machacones, bien para amedrentar a quienes se atreven a perturbarlos en su pacífico goce del poder, bien para apoyar sus oscuros intereses que nada tienen que ver con los de la mayoría.
También coinciden con el PP, en que utilizan como arietes de sus descabelladas estrategias a unos impresentables talibanes mediáticos a los que regalan la publicidad institucional y los canales de televisión local, concesiones de TDT y emisoras de radio que haga falta.
En esta travesía por las más variopintas ideologías, estos caciques irredentos han visto crecer sus fortuna y su capacidad para controlar la sociedad a su antojo. Se han sentido invulnerables, indestructibles.
Pero ahora tienen miedo. La CoCa tiembla.
Quizá esta pataleta soberanista sea el preludio del esperado fin del régimen.
Que así sea.

27 septiembre 2007

Se estrecha el cerco

La Policía investiga documentos de Las Teresitas encontrados en un piso franco

La noticia se publicó en la prensa de Las Palmas y más tarde fue recogida por la edición digital de La Opinión de Tenerife.
Las Teresitas ejemplifica como ningun otro caso de corrupción el juego de connivencias entre empresarios, políticos, banqueros y medios de comunicación, que cimenta el nacionalcaciquismo canario. El otro ingrediente esencial del Régimen, es el pasotismo consentidor de una gran parte de la población que sobrevive con el estómago lleno y la cabeza hueca.
Hay todavía algún equidistaní que clama en distintos medios por el respeto a la presunción de inocencia, como si una imputación de la fiscalía, que es la encargada de velar por el cumplimiento de la ley, no fuese suficiente para exigir, al menos, la dimisión del imputado. Aquí, sin embargo, se presenta de nuevo a las elecciones con desafiante chulería y jaleado por una tropa de estómagos agradecidos. Exhibe, además, un patético perfil de víctima acorralada a pesar de que lo protegen múltiples medios de prensa y el entramado de poderes fácticos que siempre ha dominado el cotarro y teme ahora, la pérdida de sus privilegios.

23 septiembre 2007

Excusas para no dejar de pensar durante la semana

La vida privada de los verdugos
El nuevo socialismo para los ricos
Libertad de prensa

20 septiembre 2007

Economía o Ideología

05 septiembre 2007

Zerolo, un servidor público cumplidor y afortunado

La buena fortuna de Zerolo (La Opinión de Tenerife 5 de septiembre de 2007)

"Fuentes próximas a la investigación señalan que el patrimonio de Zerolo ha sorprendido a los investigadores por no ser acorde a sus ingresos como alcalde. De hecho, ha sido interrogado por su patrimonio. Una de las explicaciones que él y sus abogados han dado para explicar parte de sus bienes es que ha sido agraciado con varios premios relacionados con los juegos de azar"

"Otra de las pistas que sigue la Policía con respecto a la investigación patrimonial del caso Las Teresitas ha detectado movimientos de dinero en Isla de Man, uno de los paraísos fiscales más opacos de cara a una investigación policial"


Me temo que los investigadores y la fiscal no son los únicos sorprendidos por el patrimonio de Zerolo. Algunos ya sospechábamos algo. De hecho, como Gila, repetíamos aquello de "creo que por aquí, alguien ha robado a alguien".
Alentado por su espíritu nacionalista no resulta tampoco sorprendente que reinvierta sus beneficios en una isla; aunque creo que se ha equivocado de archipiélago ultraperiférico, remoto y fragmentado y ha acabado invirtiendo en una base pirata. No entiendo como pueden cometerse errores de semejante magnitud teniendo tantos asesores.

26 agosto 2007

El PP según el Financial Times

Exorcise the demons of Francoist Spain (David Gardner en el Financial Times de 23 de agosto de 2007)

La traducción y la imagen a la que se alude en el artículo en Escolar

Parece que incluso la prensa extranjera ha renunciado a la moderación, el sentido común y la normalidad, virtudes que solo adornan a las gentes de bien y a las que apela continuamente D. Mariano, para sumarse a las tesis más radicales de las facciones islamoprogretarras. No sólo España corre peligro. Las hordas zapateristas han seducido también al resto de la humanidad. Por ello invocamos ¡Ciudadanos de bien del mundo, uníos!
Y si, los extranjeros, incapaces de sustraerse a la maquinaria propagandística del régimen zapatista y desamparados frente a la conspiración islamomasónica, no atendieran este mensaje de redención, habremos de proclamar nuevamente ¡que inventen ellos! y recuperar, en un orgulloso y saludable aislamiento, nuestro papel histórico de reserva espiritual y vigías de Occidente.

17 agosto 2007

Fedeguico el Glande

Príncipe de los conversos


El resentido Aznar

Un interesante compendio de las delirantes aznaradas del expresidente

22 abril 2007

El NAP. Lo que la verdad esconde.

Un negocio muy rentable

06 abril 2007

Aprender a argumentar

Dialogar debiera ser el camino más corto hacia el entendimiento. El diálogo es según una de las acepciones de la Real Academia Española "Discusión o trato en busca de avenencia".
Entre las ditintas formas que se nos ocurren para resolver los conflictos parece que dialogar es la manera menos traumática de conseguirlo. Las demás alternativas resultan desde luego menos recomendables. Frente al esfuerzo intelectual que exije el diálogo "en busca de avenencia", la violencia física o sicológica es el principal instrumento de esas alternativas. Sin embargo, la historia de la humanidad evidencia que el recurso a la violencia se ha impuesto por goleada al diálogo como forma de resolución de conflictos.
Frente a quienes argumentan que ello se debe a que los hombres son violentos por naturaleza, creo que la derrota se produce porque no hemos sido educados para dialogar con fundamento.
Espero que la lectura de las siguiente páginas contribuya a ello:

Falacias lógicas
Falacias lógicas en wikipedia

El mundo en miniatura

Un simple vistazo basta para reordenar nuestras prioridades.

El mundo en miniatura

11 febrero 2007

Pasar página

Hace poco más de cuatro años mi vida cambió radicalmente. Después de once años de dedicación en cuerpo y alma dejé mi trabajo de la noche a la mañana. Negocié el despido y me marché. Estaba cansado. Tenía un buen sueldo y un puesto relevante en una empresa en expansión pero no era feliz. No soportaba la mediocridad de mi jefe y la interesada complacencia de mis colegas directivos. Su incompetencia y sus miedos solo les permitía desarrollar un marcado sentido de supervivencia. A ello se unía el conformismo, la apatía y el desencanto de la mayoría de los empleados que consideraban inútil cualquier esfuerzo para cambiar las cosas.
Según me cuentan mis viejos colegas, todo sigue más o menos igual. El director general, mi antiguo jefe, continúa en su tono gris. Incapaz de ejercer un liderazgo carece del respeto profesional de los trabajadores de la empresa que lo consideran simplemente, un tipo con suerte. Alguien mediocre e incapaz cuyo mérito fundamental consistió en estar en el sitio adecuado en el momento justo. El día que lo nombraron director general le tocó la lotería. No había trabajado en ninguna otra empresa y no se le reconocía más méritos que el de no implicarse excesivamente en discusiones que pudieran comprometerlo frente a sus jefes y el de esperar pacientemente su oportunidad. Era un hombre distante y hermético; de esos que nunca miran de frente.
El director de negocio sigue aferrado al cargo con asombrosa habilidad aunque no haya una sola razón objetiva que lo habilite para el puesto. Sabe de la necesidad de afirmación de su jefe y contribuye con su vergonzoso peloteo a aliviar sus inseguridades. Pocas veces la opinión de los empleados sobre un directivo ha sido tan unánime: todos lo consideran un caradura incompetente.
Mi sustituto, disfraza de aparente rigor profesional su incapacidad para desarrollar un trabajo directivo y, aunque en el momento de mi marcha ya era evidente que no eran necesarios tantos empleados en el departamento, ha creado una innecesaria parafernalia burocrática que justifique su puesto.
El director de recursos humanos, que no ha tenido una idea propia en su vida, se conforma con el patético papel de parapeto de su jefe.
En fin, una triste manada de mamporreros de un mandamás gris y profundamente inseguro.
Las víctimas de este grupito de sabiondos son, claro está, los demás empleados. Pero convencidos de que no pueden hacer nada para cambiar las cosas, soportan su situación con resignación. Se equivocan. Son los únicos capaces de virar el rumbo y poner de manifiesto la incompetencia de sus directivos. Tienen la sartén por el mango.
Sólo el miedo mantiene a tantos rebenques en sus puestos.
Disculpen esta catarsis. Me marché en silencio. Era la manera de mostrar mi respeto a la empresa a la que había dedicado tantos esfuerzos. Pero ahora me da la gana gritar. Tal vez un alto sentido de la dignidad sólo sirva para proteger a unos cuantos aprovechados.
Luther King nos dijo que cuando revisemos con perspectiva histórica el siglo XX “no nos parecerán lo más grave las fechorías de los malvados, sino el escandaloso silencio de las buenas personas”.