07 septiembre 2006

La Alternativa

Imagen extraída de: http://www.canariasdigital.org

Cada vez queda menos tiempo para que se genere una alternativa política en Canarias que en las próximas elecciones autonómicas de 2007, pueda competir con los partidos del tripartito: la COCA, el PP y el PSOE.

Hay mucho por hacer, demasiado. Tanto, que aún faltan por definir los cuatro componentes esenciales que necesita un partido político para concurrir con posibilidades de éxito a unas elecciones:

  1. Liderazgo
  2. Mensaje
  3. Organización
  4. Comunicación.

1. Liderazgo. Toda organización política necesita un líder. Alguien relevante, reconocido por el conjunto de los electores, que encarne las ideas del partido. Hay muchas personas en Canarias de enorme valía intelectual y con demostrada capacidad organizativa que podrían asumir este liderazgo. Pero en este particular momento se requiere un líder carismático que ya tenga acreditado un alto prestigio a nivel social. Parece que se está planteando la creación de una gran plataforma electoral que aglutine a los diversos movimientos ciudadanos que se oponen al régimen de la mortadela. No puede convertirse en una jaula de grillos. Aunque la comparación me pone los pelos de punta, esta plataforma necesita su Manuel Hermoso.

2. Mensaje. Una propuesta sólida y coherente que pueda trasladarse a la sociedad con claridad y firmeza. Hay que cambiar de actitud. En los movimientos ciudadanos, lo esencial es la reivindicación de ciertos derechos que se consideran vulnerados por el gobernante de turno o la oposición a determinados proyectos o planes de futuro. Se adopta una postura de protesta o resistencia frente a los mandatarios. Pero si se aspira a gobernar hay que hablar en positivo. Articular respuestas para los problemas de los ciudadanos. En esa probable plataforma electoral, cohabitarán movimientos ciudadanos que plantean cuestiones de muy diversa índole. Se requiere un esfuerzo de generosidad por parte de todos ellos para que sus legítimas reivindicaciones no le resten fuerza o acaben por neutralizar la propuesta en positivo que genere la plataforma.

3. Organización. Sin una estructura organizativa que garantice cierta unidad de acción no es posible actuar en política. Muchos movimientos ciudadanos son asamblearios, profundamente democráticos y participativos. Pero en una campaña electoral y desde luego cuando se gobierna, es necesario tomar decisiones con rapidez y trasladar a la sociedad una imagen de firmeza y seguridad. Ello no quiere decir que deba renunciarse a la democracia interna de la organización. Es claro que entre el asamblearismo más participativo y la férrea disciplina de partido hay soluciones intermedias que pueden ponerse en práctica. Por ejemplo, la transparencia en la gestión. Hay que ser especialmente cuidadoso en asegurar que cualquier ciudadano pueda conocer y entender las claves de funcionamiento de la futura organización. Además, las nuevas tecnologías deben desempeñar un papel muy importante para facilitar la participación ciudadana en la toma de decisiones y en la definición de los objetivos y programas. Por último, es necesario contar con un equipo sólido que apoye y refuerce al líder, integrado por especialistas de prestigio en cada una de las áreas de gobierno.

4. Comunicación. Hay que cuidar la puesta en escena. La imagen debe servir para reforzar nuestro mensaje. Un cierto nivel de espontaneidad como la que caracteriza a los movimientos ciudadanos puede ser un valor positivo para favorecer la comunicación con los electores, pero debe combinarse con la exigencia en el seguimiento de un guión previamente acordado por la organización. Hay que estar preparado para hacer frente al más que previsible acoso mediático a la nueva plataforma, por parte de los medios de comunicación afectos al régimen. Posiblemente dedicarán poco espacio al nuevo partido o descalificarán sus propuestas tildándolas de ingenuas, radicales, ilusorias o impracticables. La mejor estrategia es responder siempre con argumentos, evitar las descalificaciones y los insultos y aprovechar cualquier oportunidad en estos medios para trasladar a la sociedad el mensaje en positivo que comentamos anteriormente. Por último, las nuevas tecnologías ofrecen múltiples oportunidades de comunicación aún insuficientemente explotadas por los partidos tradicionales y que, sin embargo, conocen bien los movimientos ciudadanos. Es un ventaja que no puede desaprovecharse, pero una vez más debe realizarse cierto esfuerzo de generosidad para unificar o dotar de coherencia, los diversos mensajes de estos movimientos que conviven en la red.

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